martes, 18 de diciembre de 2012

LA MANIPULACIÓN DE LA HISTORIA. Wert mantiene la necesidad de un “pacto de Estado”

En el día de ayer, conversando en el foro que el periodico digital de El País proporcionaba en la noticia sobre la constitución del parlamento catalán, un participante que apoyaba el proceso de secesión proporcionaba un artículo escrito por el Sr. Francesc Xavier Hernàndez Cardona, Catedrático de Historia de la Universidad de Barcelona, que relataba en su blog su versión de la historia desde Felipe V hasta el que será el futuro monarca español, Felipe VI. 

Encontré dicho artículo exageradamente sesgado, presentando una historia tergiversada y completamente imparcial ajena al consenso que existe entre los diferentes académicos expertos en la materia, y se observaban en el escrito importantes errores que documento abajo. Me hicieron dudar incluso que dicho escrito pudo ser escrito por un catedrático de historia, y hoy quiero dar la razón al ministro Wert. Se necesita un pacto de estado que determine al menos una historia consensuada, basada en la realidad de los hechos, y que así se pueda enseñar a los alumnos españoles. 


Los errores y tergiversación que en el escrito se observan son tan importantes y obvios, que me resulta difícil creer que sea el desconocimiento la causa de su producción, y menos en un académico en la materia, lo que me ha suscitado que más probablemente se deban a una malintencionada idea de obtener entradas en su blog y atención de los sectores más secesionistas y nacionalistas de Cataluña. 


He rogado a otros académicos que presenten sus valoraciones sobre este texto, por lo que quizás podamos encontrar algún comentario de estos en el blog del autor en el futuro.


Les expongo abajo los comentarios y valoraciones por mí producidas sobre dicho texto, que he intentado documentar en la medida que he sido capaz, usando las referencia de otros académicos universitarios de toda España, y les presento después  el texto original al que me refiero, con un enlace al blog donde esta publicado: 




Ciertamente la Asamblea de Paz y Tregua de Toluges, convocada por el abad Oliva en 1033, inició un “proceso de dialogo político en los condados catalanes que generó formas políticas participativas” y que a su vez desarrollarían unas cortes participadas por la nobleza, clero y burguesía catalanas que desarrollarían un proceso legislativo a ser respetado por el conde de Barcelona o subsecuentes reyes. También en 1188 el rey leonés Alfonso IX convocó por primera vez al pueblo llano a participar en las decisiones de la curia regia (Cortes de León de 1188), aunque ciertamente las cortes castellanas sucumbieron a “la voracidad de poder de los monarcas de los siglos XVI y XVII”. Tanto que, tras el aplastamiento de las revueltas comuneras en el 1522, llevaron a Castilla a sufrir, en palabras de Gonzalo Martínez Díez, catedrático de Historia del Derecho Español, 1976,  "más de dos siglos (época austracista) donde el peso fiscal de la Monarquía se vuelca casi exclusivamente sobre Castilla, sistemáticamente exprimida... por los desproporcionados impuestos de los que se verán libres los otros reinos…”.

Si, como textualmente explica Emiliano Fernández de Pinedo, de la Universidad del País Vasco,"desde una perspectiva exclusivamente fiscal, la aportación de las élites catalanas a la Corona (española) en el siglo XVII fue escasa en momentos normales y solo se incrementó coyunturalmente por motivos bélicos, sin que se llegase nunca al nivel contributivo de la población castellana”, por otro lado el catedrático antes citado exponía que el desequilibrio fiscal por habitante en contra de la Corona de Castilla con respecto a la de Aragón varió entre cifras de un 400% superior en 1553, a un 838% en 1623 y hacia 1833, si cada castellano pagaba 29,5 reales, los de la corona de Aragón pagaban 11,5. 

Mientras usted gratuitamente explica que el sentimiento identitario catalán se basaba en “los derechos y deberes marcados por la ley” de sus cortes, otros podemos creer con la misma convicción que estos, en caso de su existencia, podían deberse a los importantes privilegios fiscales que recibían por ser catalanes.

Entrando en otros debates, lo siguiente que he leído en su artículo me ha provocado mayor preocupación por lo sesgado, manipulado, tergiversado y falso de lo expuesto:

Comienza indicando que la guerra de Sucesión fue la primera gran guerra europea. Desconozco el motivo por el cual usted olvida la guerra de los Treinta años, entre los años 1618 y 1648, en el que participaron todas las potencias Europeas de la época, y cuyo desenlace produjo la perdida de la hegemonía española y conllevó el equilibrio de fuerzas en Europa, y convirtió a Francia en uno de los principales actores que condicionarán la política europea desde ese momento. Durante esta guerra la Generalitat de Cataluña tomó la unilateral y no democrática decisión, de la mano del entonces president, Pau Claris, de hacer de Cataluña una república independiente bajo protección francesa, para tratar de apaciguar a aquellos segadores, que hoy dan nombre al himno de la Generalitat, y que en aquel entonces asesinaban tanto a los soldados reales españoles, como a los nobles y burgueses catalanes porque estaban hartos de su desprecio y opulencia. Aquello acabó en una guerra civil nombrando al rey Luis XIII de Francia como Luis I de Barcelona. Padecerían lo que habían intentado evitar: sufragar el pago de un ejército y administración extranjeros, en este caso francesa, hasta conspirar contra los franceses para poner de nuevo Cataluña bajo la autoridad de Felipe IV. La delicada situación de España en la guerra de los Treinta años, con frentes por guerras secesionistas abiertos gracias a la hábil política de Richelieu en Portugal, Cataluña, y Flandes, acabaría con la pérdida de Portugal y de todos los territorios que a está se la permitió conquistar en America durante los 60 años de pertenencia al imperio, Flandes y también la perdida de los territorios catalanes del Rosellón, el Conflent, el Vallespir y parte de la Cerdaña que pasaron a Francia.

Dejando atrás este apunte, para mi sorpresa usted indica que Felipe de Anjou es coronado como Felipe V de castilla, y I de los estados de Aragón. ¿Ciertamente un académico de su talla desconoce que el que fue coronado como Felipe I de Aragón fue Felipe II (de Castilla), gobernando entre 1556-1598. Le ofrezco aquí el enlace a la GEA (Gran Enciclopedia de Aragón) ofrecida gratuitamente por el periódico de Aragón para su comprobación: http://www.enciclopedia-aragonesa.com/voz.asp?voz_id=5545

Tanto en Castilla como en Aragón, Felipe V tomó el mismo nombre, le presento también aquí unas monedas de Aragón y Mallorca de la época para su comprobación http://www.maravedis.net/felipe5.html:


Tipo: P-001          ValorDINERO DE ARAGÓN
Material: Cobre      Peso: 0.7 gr            Medida:   13 mm
Anverso: PHILIPPVS V  D G REX (Felipe V por la gracia de Dios rey) rodeando la cabeza del rey a derechas dentro de una orla circular
Reverso: M ARAGONVM (de Aragón ) FECHA rodeando a una orla circular que contiene un cuartelado con 4 cabezas 
Ceca: ARAGÓN

Tipo: P-003          ValorDOBLER DE MALLORCA
Material: Cobre      Peso: 2 gr            Medida:   14 mm
Anverso: PHILIP V R ARAG (Felipe V rey de Aragón) alrededor  de un círculo, y en su interior la cabeza del rey a izquierda con un 2 (valor) a la derecha
Reverso: MAIORIC CATOLIC (Mallorca católica) alrededor de escudo coronado y cuartelado con  una cruz pasante y en los cuarteles 1º castillo, 2º león, y 3º y 4º flores de lis
Ceca:   MALLORCA




Pero lo que más me sorprende es que de una forma tan trivial y poco consensuada usted proponga que el apoyo al Archiduque Carlos por parte de Cataluña, en vez de a Felipe de Anjou, se debiera a que el primero representaba “a las potencias constitucionales proto-democráticas y proto-industriales: Inglaterra y Holanda, y la monarquía benevolente de Austria, respetuosa con las libertades de los pueblos a ella vinculados”.

Obvia usted que las Cortes Catalanas que sometían la autoridad de los monarcas españoles a sus leyes, no fueron aprobadas hasta precisamente Felipe V, quien aprobó este tribunal, para deleite de la nobleza catalana, que mediante los «defensores de la observancia de las leyes» pusieron a prueba el reconocimiento de estas por parte del monarca. El mismo Felipe V se daría cuenta de las limitaciones que el Tribunal de Contrafacciones suponía para su «real voluntad», y reconocería poco después que tras la Cortes de 1701-1702, los catalanes «habían quedado mas Repúblicos que el parlamento alusivo a ingleses». http://es.wikipedia.org/wiki/Tres_Comunes_de_Catalu%C3%B1a#Abolici.C3.B3n_de_los_Tres_Comunes_de_Catalu.C3.B1a


Como comenta el mismo Pedro Voltes Bou, “el monarca trató de concitarse la benevolencia de los catalanes no sólo con  la generosidad  en las Cortes, sino con  su acogedora actitud  personal. En las Cortes se había  obtenido  la  satisfacción del viejo  anhelo  de  comerciar  con América  y  se  trazaban  cauces más favorables  para  el  resurgimiento económico de Cataluña”. (http://www.raco.cat/index.php/BoletinRABL/article/viewFile/196387/269870

Pero como explicaba en la época el  marqués  de San Felipe. “por tantas gracias y mercedes que se concedieron, se ensoberbeció más el aleve genio de los  catalanes ; la misma benignidad del Rey dexó mal puesta la autoridad, porque blasonaban  de ser temidos y pidieron  tantas  cosas,  aun superiores  a  su esperanza  para que la repulsa diesse motivo  a la quexa  y algún pretexto  a la traición  que meditaban  ...”.

Como explica Virginia León, de la Universidad Complutense de Madrid, con el establecimiento de la Corte temporalmente en Barcelona  “los cargos palatinos fueron ocupados por nobles españoles, principalmente catalanes” (P. Voltes, 1966, I: 518). “El limitado apoyo recibido por el pretendiente austríaco puede explicar la abundante concesión de mercedes y títulos de nobleza a sus partidarios. Esta política, que ha sido definida como de oportunista y demagógica (J.Mª Torras i Ribé, 1981: 207), iba dirigida a confirmar, mantener y aumentar la adhesión de los españoles a Carlos III de Austria”. Las concesiones recibidas por la nobleza catalana de Carlos de Austria fue lo suficiente importante como para traicionar a Felipe V, rey que en principio la nobleza catalana reconoció, como así lo hicieron el resto de territorios españoles y europeos, y que además de respetar los Fueros catalanes, también les daba los mayores privilegios en 100 años.


Lo que cambió el curso de las afecciones en Europa, fue la precipitación y prepotencia de Luis XIV, que hizo saber que mantenía los derechos sucesorios de su nieto, Felipe V, a la corona de Francia, por lo que concentraba el poder de dos de las coronas más poderosas de Europa en un mismo monarca, desequilibrando el poder europeo a favor de este. Con respecto al caso catalán, fue el mero oportunismo de obtener aún mayores privilegios de Carlos de Austria, lo que les llevó a decantarse por el apoyo a este, y se equivocaron en la apuesta.

Tras su novelesca argumentación de los hechos que en todo caso muestra la verídica valentía del pueblo catalán en aquella guerra, evita comentar que Felipe V en 1714, volvió a negociar con los catalanes, los cuales (desconocedores de los términos de Rastadt, que suponía el abandono definitivo de Carlos VI) lo rechazaron.

La historia no reconoce represalias de Felipe V al pueblo catalán, solo se sabe que se exilió a quienes apoyaron a su rival, durante la guerra ambos contrincantes procedieron a la confiscación de bienes de los vencidos, y esta constatado que, como explica Virginia León entre otros, “poco después de finalizar la Guerra de Sucesión, Felipe V había iniciado un proceso de normalización con la concesión del perdón a quienes habían faltado al juramento de fidelidad, o, al menos, a sus familias”, entre ellos el conocido “martir” Rafael Casanova, que como tantos otros fue perdonado por el rey, volvió del exilio y murió de viejo.

Cuando usted dice: “el saqueo fiscal del país se organizó a partir del Cadastro y un conjunto de medidas represivas se articularon a partir del denominado decreto de Nueva Planta”, la historia demuestra que mediante esas políticas centralizadoras, como el catastro, la apertura de todos los puertos españoles al comercio con América, la abolición de los aranceles entre reinos, y el disfrute aún de unos importantes privilegios fiscales con respecto a Castilla, Cataluña pudo desarrollar un espléndido comercio transatlántico y usar el resto de España y las colonias como mercado interno para cambiar una economía de subsistencia, a una economía enfocada a la venta de vinos, productos textiles, aguardientes, etc. Y dicho comercio dio lugar en el s. XIX a una importante industria textil, algodonera, de exportación de vinos y esclavos que convirtió el puerto de Barcelona en un referente para toda Europa.

Cuando usted dice: “durante las guerras napoleónicas hubo tanteos para recobrar la independencia y recuperar las constituciones”, la historia real explica que, posiblemente por el esplendor económico de Cataluña, cuando en el 1810 la política de Napoleón, tras la invasión francesa, independizó a Cataluña de España y el catalán aparecía como lengua co-oficial y la senyera colgando del balcón de la Generalitat, los catalanes hicieron caso omiso y continuaron luchando junto al resto de los españoles contra las tropas francesas. En el 1812 se firmaría la primera constitución española, “La Pepa”, con la aprobación de varios políticos catalanes, y dos años más tarde terminaría la guerra de la independencia española o guerra del francés para los catalanes.

Cuando usted dice que “la liberal Barcelona opuso una dura resistencia a los Cien Mil Hijos de San Luis llegados para restaurar el absolutismo de Fernando VII”, la historia cuenta que las fuerzas españolas leales al gobierno liberal se enfrentaron con los franceses en Cataluña al mando de Francisco Espoz y Mina, pero no hubo apenas reacción popular de apoyo y debieron retirarse, por lo que sin la misma resistencia popular, el ejército francés ocuparía Madrid  y seguiría hacia Andalucía en persecución de los liberales, hasta que Cádiz, sitiada y bombardeada, obligó a Fernando VII allí retenido por los liberales a prometer la Constitución de 1812 y a cambio se rendiría la plaza.

Cuando usted comenta que los “carlistas aspiraban, lisa y llanamente, a restaurar las constituciones catalanas medievales, y sus reivindicaciones tenían un fuerte componente nacionalista”, se olvida explicar que esos carlistas cuyo primer levantamiento fue en Talavera de la Reina (Toledo), cuyos focos principales fueron después en Cataluña y País Vasco, se apoyaban en la población rural más ultraderechista, católica, contrarevolucionaria y anti-industrializadora, que instigados por el clero se oponían a la desamortización de bienes de la iglesia, mientras enarbolaban la bandera de la Cruz de Borgoña, la bandera de España durante el periodo austracista.
  
Pero ciertamente, el conocimiento de historia que usted demuestra lleva a la mofa, cuando explica que “demócratas y republicanos, especialmente influyentes entre el nuevo proletariado, reivindicaban un régimen constitucional progresista que hiciera compatible, mediante la federación, la libertad de Catalunya en el nuevo marco de mercado “nacional” español, propiciado por el estado liberal en construcción”, añadiendo que la ciudad de Barcelona fue salvajemente bombardeada por el ejercito español, y que políticos catalanes como Joan Prim intentaron “estimular iniciativas de modernización y apuntando a un modelo democrático de concepción federal”, “alternativo al inmovilismo que manifestaban las clases terratenientes, iglesia, banca financiera y especuladora”.

Pero Señor Hernández, ¿desconoce usted que fue precisamente el gobierno del trienio progresista, que mediante un levantamiento militar por parte de Espartero y apoyado por Prim y por la burguesía urbana de ciudades como Barcelona, Madrid o Zaragoza, llegaron al poder para tratar de instalar esa política librecambista de apertura a los mercados exteriores a la que tanto siempre se opusieron los oligarcas industriales catalanes?.



En efecto, el trienio progresista fue el único gobierno liberal que trató de aplicar una medida librecambista seria, el acuerdo con Gran Bretaña, que podría haber afectado a la industria catalana, y que en Barcelona dio lugar al levantamiento popular de la Jamancia. Por una vez unidos en Barcelona proletariado y burguesía catalana, tratando de impedir lo que consideraban un daño a su industria, fueron bombardeados por Prim, donde pronunció su célebre frase «O caixa o faixa» (es decir, o la caja para el entierro, o recibir la faja de general) durante 13 horas, aplicando la proclama de Espartero: “para que España vaya bien hay que bombardear Barcelona cada 50 años”. Seis meses después, un pronunciamiento militar liderado ahora por los moderados, terminaría el breve gobierno progresista, dando paso a un gobierno moderado de diez años en manos del general Narváez. Contradictoriamente hoy en día se pueden encontrar en Cataluña estatuas y calles en honor a Espartero y Prim, pero ninguna a Narváez.

¿Desconoce también que el partido progresista solo se escindió en los partidos demócratas y republicanos a finales del s. XIX tras la muerte de Prim? A lo largo de este siglo siquiera pudieron afectar a los sucesivos gobiernos de liberales moderados o progresistas porque no existían. 




Manuel González Portilla, de la universidad del País Vasco, explica que las políticas proteccionistas que potenciaron el eje cornisa cantábrica-Cataluña, arduamente defendido por la oligarquía industrial catalana para mantener el mercado interno español a la venta de sus productos  “terminarían también en el tren secular frenando el dinamismo del mismo, mientras convertían al mercado español en un mercado cautivo y explotado". En el 1900, en Cataluña se localizaba el 94% de los usos mecánicos españoles y el 90% de los telares mecánicos.

Siguiendo con su escrito, ahora en referencia a la Guerra civil española, leemos: “ El último gran esfuerzo se dio con motivo de la Batalla del Ebro en la cual lucharon miles de jóvenes soldados catalanes procedentes de las últimas reclutas. Tras la derrota el odio del criminal dictador contra Cataluña se manifestó con el asesinato del presidente de la Generalitat Lluís Companys el 1941. Durante la Dictadura, el régimen propició el expolio del país”.

Se le olvida comentar que el último gran esfuerzo en la guerra civil no fue en Cataluña, sino en Madrid, cuando sabiendo que la guerra se sentenciaría allí, el 05 de marzo de 1939, en una última operación, las unidades militares republicanas, controladas por comunistas, se dejaron 2000 almas en el campo de batalla. El 28 de marzo, las tropas sublevadas entraban en Madrid, y en dos días los nacionales ocupaban sin resistencia todo el centro-sur que había permanecido en el bando republicano durante toda la guerra dando a su fin.

Pero Franco estuvo lejos de expoliar a Cataluña. Como explica Manuel González Portilla, de la Universidad del País Vasco, “se construyó la primera gran autopista española que conectaba Bilbao y Barcelona, País Vasco-Cataluña y Valencia, y se prepararon nuevas estructuras que debían desarrollar la tercera industrialización con la financiación y construcción de las primeras centrales nucleares y el diseño de otras, el desarrollo de potentes industrias petroquímicas en los dos extremos del eje - Tarragona y ría de Bilbao-, nuevas industrias químicas, la cuarta planta siderúrgica del Mediterráneo en Valencia -orientada a la promoción de industrias consumidoras de laminados de aceros como el automóvil-, diversas metalurgias y bienes de equipo”.

Este mismo autor ofrece datos muy clarificadores del efecto económico de la dictadura en el paisaje peninsular. El Valor Añadido Bruto (V.A.B.) industrial español del período 1955-1964 concentraba en el eje Cataluña-Cornisa Cantábrica el 46,78% de la riqueza general española, en una población que solo implicaba el 21,85% del total. Si uníamos Madrid, la participación industrial ascendía al 56,58% con una población que no llegaba a un tercio del total. De nuevo, la dictadura había lapidado la economía de la Meseta, Galicia y Andalucía, un 51,2% de la población española que solo producía un 25,9% del VAB español.

Lo siguiente en su escrito sinceramente no me parece digno de un profesional de la educación en activo:

  • ·      “La jefatura del estado la asumió Juan Carlos de Borbón, colaborador intimo del Dictador”.
  • ·       El nuevo régimen fue una democracia formal pero no real, ya que la cultura democrática no llegó a generalizarse.
  • ·       Durante todo este proceso la autonomía catalana, aquejada también por el desgobierno y el despilfarro, sufrió falta de inversiones en infraestructuras y un terrible ahogo fiscal.
  • ·       Finalmente el pueblo catalán salió a la calle el 11 de septiembre de 2012 para imponer sus deseos de libertad, contra el desgobierno, contra la monarquía trans-fascista y contra la corrupción. 




Le proporciono unos cuantos episodios democraticos que usted tampoco debe conocer:

El 15 de junio de 1977, se realizan las primeras elecciones libres después de cuarenta años, y las candidaturas que recogían el espíritu autonomista obtuvieron más del 75% de los votos y 37 diputados sobre 47 posibles. En 1978 se aprobaba la Constitución española, y en 1979 el nuevo Estatuto catalán, un estatuto mucho más generoso que el aprobado durante la 2ª República. La constitución de 1978 fue votada favorablemente hace solo 34 años por un 91% de los catalanes, con un 4,65% de votos negativos y una abstención del 32%. 


El gobierno socialista en democracia, desarrollaría un modelo autonómico que convertiría a España en el Estado más descentralizado de Europa, también el más caro, y la actual Constitución Española del 78 permite ciertas asimetrías en las CCAA de Navarra y País Vasco que no se encuentran en ningún estado federal de occidente.

Usando el método ordinario que la Generalitat usaba desde el 2004, por recomendación de sus técnicos, (carga-beneficio sin neutralizar con el gasto estatal en cada comunidad), en una serie de 25 años, el déficit ha variado en Cataluña entre el 5,5% y el 6,5%, y en el año 2009 presentaba un superávit del 2,1% (aunque fuese de la deuda contraída por el estado).

Los datos muestran que entre el 2001 y el 2012, Cataluña ha sido la segunda comunidad en asignación de inversión en términos absolutos, el 14,6% del total, solo por detrás de Andalucía y un punto más que Madrid. Paradójicamente el gobierno central del PP aumento las inversiones en Cataluña entre 1999 y 2004 una media del 33,32% anual, siendo reducidas a un incremento 2,58% en el periodo de Zapatero 2005-2007.

El Sr. Mas, en su entrevista en TV3, solo recordaba que desde 1995 Cataluña había multiplicado por 3 sus exportaciones implicando hoy día EL 53% de las ventas catalanas. Pero, para mayor preocupación de las empresas catalanas, no recordó que las importaciones habían crecido de forma similar, de tal forma que el déficit comercial catalán con el exterior se ha duplicado desde 1995, y en 2011, si Cataluña exportó 55.185 millones, importó 71.593 millones. Tampoco quiso dar cuenta que el resto de las ventas, el 47%, por un valor de 49.389 millones, son al mercado interno con España. De esta forma, el déficit comercial catalán con el exterior se ha más que duplicado, al pasar de 7.992 millones en 1995 a 16.400 millones en 2011. En paralelo, las ventas y las compras de mercancías al resto de España también han aumentado en proporciones similares, lo que ha permitido a la economía catalana mantener un amplio superávit comercial, que ha evolucionado desde los 13.725 millones de euros en 1995, hasta los 22.000 millones en 2011.


Como conclusión final simplemente le comento esto:

El estado español permite que usted proporcione a sus alumnos una educación xenófoba y nacionalista, fuera del más mínimo rigor histórico y sentimiento democrático, y que otros personajes como la consellera Irene Rigau, puedan expresar con total impunidad comentarios como que están “catalanizando el sistema educativo” dedicándose a “traspasar la tradición y generar la historia” para así hacer una escuela pública que “funde diferentes grupos étnicos en un solo pueblo”, Refiriendose al siguiente concepto de fusión:

Editorial Santillana, libro de 5º de Primaria, «Cataluña es un país situado al nordeste de la Península Ibérica».

Con este Estado Español, no resulta de extrañar que un docente con un conocimiento tan limitado e intencionadamente sesgado y tergiversado de la historia como el suyo, llegue incluso a catedrático de la Universidad de Barcelona.



 AQUI PUEDEN OBSERVAR EL ARTÍCULO ORIGINAL: 

DE FELIPE V A FELIPE VI: LA LUCHA DEL PUEBLO CATALÁN


Francesc Xavier Hernàndez Cardona.Historiador. Profesor de la Universidad de Barcelona.
La Asamblea de Paz y Tregua de Toluges, convocada por el abad Oliva en 1033, inició un singular proceso de dialogo político en los condados catalanes que generó formas políticas participativas. Los Condes de Barcelona accedieron a gobernar consensuado leyes o “constituciones” con representantes de la nobleza, las ciudades y la iglesia, en el marco de un sistema de Cortes. Con el paso del tiempo el cuerpo de constituciones que limitaban el poder de los condes y reyes de Aragón se fue haciendo más voluminoso, configurandose en Cataluña un precoz sistema político constitucional, según el cual el rey debía respetar y cumplir las leyes pactadas en Cortes. Gracias a sus Constituciones, aumentadas progresivamente, el estado catalán pudo esquivar la voracidad de poder de los monarcas de los siglos XVI y XVII. En ese momento el fuerte sentimiento identitario catalán se basaba, como después sucedería con las revoluciones liberales, en los derechos y deberes marcados por la ley; es decir en una base más política que cultural. Era catalán todo aquel que gozaba de las libertades que garantizaban las Constituciones. Pero con la muerte, sin descendencia de Carlos II de Habsburgo, el 1700, y la entronización de Felipe V en las coronas hispánicas las cosas se complicaron en el contexto de lo que fue la primera gran guerra europea.
La Guerra de Sucesión Española fue un terrible enfrentamiento entres dos concepciones sobre el futuro de Europa, y del mundo. Luís XIV y su nieto, Felipe de Anjou, coronado como Felipe V de castilla, y I de los estados de Aragón tenían un proyecto de futuro muy claro: una dictadura totalitaria de carácter mundial que pretendía aniquilar cualquier veleidad constitucional. A partir del 1700, con Francia, los reinos hispanos y las respectivas colonias en sus manos Luís XIV acariciaba la monarquía universal. Frente a esta pretensión se oponían las potencias constitucionales proto-democráticas y proto-industriales: Inglaterra y Holanda, y la monarquía benevolente de Austria, respetuosa con las libertades de los pueblos a ella vinculados. Este frente de progreso proponía que el Archiduque Carlos, Carlos III, se hiciera cargo de los reinos y estados hispánicos. Carlos tuvo numerosos partidarios en Castilla y Aragón y contó con el apoyo entusiasta de Cataluña, el pequeño país que ostentaba el liderazgo en cuanto a experiencia y desarrollo constitucional proto-democrático y proto-industrial. La supervivencia del estado constitucional catalán dependía de la victoria de las fuerzas aliadas. Los catalanes, junto a aragoneses, valencianos, mallorquines y no pocos castellanos lucharon denonadamente contra la barbarie absolutista.    
La guerra fue durísima, los aliados estuvieron a punto de ganar en varias ocasiones pero Luis y Felipe se mantuvieron. En el 1710 la situación política giró. Carlos tuvo que hacerse cargo del reino de Austria y el Imperio. Los ingleses y holandeses recelaron ya que si Carlos controlaba Austria y España podía reeditarse el imperio de Felipe II. Franceses, ingleses y holandeses decidieron pactar la paz en Utrech el 1713. Carlos no renunció a sus derechos hispánicos pero no pudo sostenerse militarmente, ni en Flandes, ni en España. Sin el apoyo de la flota británica sus fuerzas austriacas debían retirarse o rendirse. Felipe V, por otra parte, quería laminar a los insolentes rebeldes catalanes aniquilando su ordenamiento constitucional. Ingleses y holandeses intentaron defender las libertades catalanas, pero al final cedieron. Cataluña abandonada quedó a manos de Felipe V cuyas tropas, a mediados de junio del 1713, marchaban para someter definitivamente Cataluña. El estado catalán, que contaba con una gran experiencia cuanto a gestión de situaciones crisis reaccionó con rapidez. Se convocó la Junta de Brazos, que eran las Cortes sin presencia del rey a finales de junio de 1713. La Junta de Brazos decidió mantener la obediencia a Carlos III y continuar la guerra en defensa del ordenamiento constitucional. Se organizaron las comisiones pertinentes que, junto con la Generalitat y el Consejo de Ciento de Barcelona, asumieron la dirección política y militar del estado catalán, con el convencimiento que la guerra podía ganarse militarmente y que, en cualquier caso, lo importante era resistir a la espera de nuevos cambios políticos en Europa que recrudecieran el conflicto internacional. En pocos días las autoridades catalanas levantaron un ejercito eficiente dirigido por el general Antonio de Villarroel.
Las fuerzas de Felipe V atacaron con brutalidad el Principado asediando la ciudad de Barcelona y sembrando la represión y el terror por todo el territorio. Sin embargo los catalanes resistieron con inusitada eficacia. Durante la primavera de 1714, después de un año de combates las tropas españolas estaban exhaustas y a punto de desmoronarse. Felipe V no podía imponerse en Cataluña. Pero esta situación ponía en peligro la paz de Utrech, y Luis XIV decidió intervenir para salvar a su nieto Felipe. El grueso del ejercito francés, con unos 40.000 soldados y con todo el tren de artillería, dirigido por el duque de Berwick pasó la frontera y asedió Barcelona. El Duque tenia ordenes de Felipe de arrasar la ciudad, y con tal intención inició el asalto el 11 de septiembre de 1714. Sin embargo constatada la durísima resistencia de los catalanes, y para detener la sangría que acusaban sus propias tropas, decidió aceptar una capitulación respetando las vidas y haciendas de los barceloneses. Barcelona se salvó, pero apenas se retiró el ejército francés llegaron las tropas españolas para practicar una salvaje represión. El estado catalán fue abolido, las Constituciones derogadas, la gente desarmada y reprimida. Muchos de los dirigentes de la resistencia fueron encarcelados, y mucha gente tuvo que exiliarse en Austria. El país fue ocupado militarmente y se impuso un régimen militarista dictatorial. El saqueo fiscal del país se organizó a partir del Cadastro y un conjunto de medidas represivas se articularon a partir del denominado decreto de Nueva Planta. El Capitán general pasó a ser la máxima autoridad civil y militar en Cataluña y las autoridades municipales pasaron a ser designadas directamente por el rey. Pero la barbarie totalitaria no significó, en ningún caso, un avance en cuanto a modernidad. El absolutismo era una via muerta en la historia de la humanidad tal como quedó demostrado al cabo de pocos años cuando la guillotina hizo rodar la cabeza de Luis XVI de Francia.
La derrota de los catalanes en el 1714 fue terrible. Sin embargó la herencia constitucional afloró una y otra vez. Durante el mismo siglo XVIII hubo movimientos de resistencia, armados y políticos, y durante las guerras napoleónicas hubo tanteos para recobrar la independencia y recuperar las constituciones. Cabe recordar que la liberal Barcelona opuso una dura resistencia a los Cien Mil Hijos de San Luis llegados para restaurar el absolutismo de Fernando VII. Durante el siglo XIX el peso del recuerdo constitucional fue constante, pero ahora se incardinaba en un contexto de cambio social y económico, con un país que se transmutaba al ritmo de la revolución industrial. El nuevo estado centralista derivado de la nueva consolidación de los Borbones con el absolutista Fernando VII y la neoliberal Isabel II, tuvo una fuerte contestación en Cataluña.
Por una parte los carlistas aspiraban, lisa y llanamente, a restaurar las constituciones catalanas medievales, y sus reivindicaciones tenían un fuerte componente nacionalista. En el otro extremo demócratas y republicanos, especialmente influyentes entre el nuevo proletariado, reivindicaban un régimen constitucional progresista que hiciera compatible, mediante la federación, la libertad de Catalunya en el nuevo marco de mercado “nacional” español, propiciado por el estado liberal en construcción. Así en momentos de crisis, como en 1843, con la revolución de la Jamancia, se proclamó la República en Barcelona que estuvo vigente durante varios meses hasta que la ciudad, salvajemente bombardeada por el ejército español, tuvo que capitular. En este contexto de desarrollo de España como proyecto de estado nación, no pocos políticos catalanes, como Víctor Balaguer y Joan Prim incidieron intentando estimular iniciativas de modernización y apuntando a un modelo democrático de concepción federal, alternativo al inmovilismo que manifestaban las clases pudientes que se atrincheraban tras la monarquía borbónica: terratenientes, iglesia, banca financiera y especuladora, etc. Así llegó la Gloriosa, y tras el asesinato de Prim, y el fracaso de restauración austriacista en la figura de Amadeo de Saboya, llegó la Primera República española. Cataluña tuvo un papel determinante en la estructuración del nuevo proyecto de estado. Por otra parte los líderes políticos catalanes, proclamaron el Estado catalán y gobernaron de manera fáctica con criterios federales. De nuevo Catalunya recuperaba un contexto constitucional para su desarrollo. Pero la terrible derrota política de la Primera Republica abortó el proceso. Aun durante un tiempo los movimientos identitarios catalanes se movieron en las coordenadas constitucionales, tratando de conseguir un marco político de desarrollo. Sin embargo los procesos de unificación de Italia y Alemania, basados en las corrientes románticas que identificaban “nación” con lengua y cultura influyeron en Catalunya. Surgió entonces, a finales del XIX un nuevo nacionalismo basado, no en criterios políticos, sino en culturales. En esta nueva etapa, derrotado fatalmente el movimiento popular con la caída de la República, la burguesía industrial tomo las riendas de las reivindicaciones nacionales en beneficio propio, sobre todo tras la guerra de Cuba. Así a principios del siglo XX la Lliga Regionalista se convirtió, a la vez, en el partido de los industriales y en partido catalán. Los políticos emergentes: Cambó, Prat… intentaban hacerse fuertes en Cataluña con el fin de presionar y condicionar al estado español para que se modernizara y practicara una política arancelaria en favor de los intereses industriales. La Lliga consiguió logros culturales para Cataluña mediante la Mancomunitat, que actuó con criterios de estado. Sin embargo la burguesía industrial, frente a la combatividad del proletariado catalán, acabó solicitando el apoyo de las fuerzas políticas más reaccionarias de Madrid e impulsó directamente el golpe de estado del general Primo de Rivera de 1923.
Esta dinámica se rompió con Francesc Macià, fundador de Esquerra Republicana de Catalunya que aunó republicanismo, nacionalismo y socialdemocracia, y provocó, como punta de lanza, la ruptura democrática de 1931. Macià impulsó un nacionalismo progresista y republicano que, por una parte, mantenía la reivindicación cultural, y por otra potenciaba el tradicional nacionalismo constitucional a partir de leyes justas y de progreso promulgadas por el Parlament de Catalunya. Esta dinámica quedó truncada por el bárbaro golpe fascista de 1936. Catalunya puso todos sus recursos al servicio de la Republica española. El último gran esfuerzo se dió con motivo de la Batalla del Ebro en la cual lucharon miles de jóvenes soldados catalanes procedentes de las últimas reclutas. Tras la derrota el odio del criminal dictador contra Cataluña se manifestó con el asesinato del presidente de la Generalitat Lluís Companys el 1941. Durante la Dictadura, el régimen propició el expolio del país. La banca local catalana fue absorbida por los grandes bancos vasco-españoles; las grandes empresas tuvieron que trasladar su sede social a Madrid y Cataluña la desertización en cuanto a nuevas infraestructuras. La muerte de Franco vino seguida de un segundo proceso de restauración borbónica, en el cual colaboraron las fuerzas de la oposición. El nuevo régimen se construía sobre la base de un pacto de silencio y sobre la impunidad con respecto a las atrocidades cometidas durante la guerra y la dictadura. La jefatura del estado la asumió Juan Carlos de Borbón, colaborador intimo del Dictador.
El nuevo régimen fue una democracia formal pero no real, ya que la cultura democrática no llegó a generalizarse. Contrariamente destacados líderes fascistas continuaron detentando los resortes del poder. Se superpuso una estructura supuestamente descentralizada, sobre la base del estado fascista que no se desmanteló. La España de las autonomías fue una ficción construida sobre las herencias de la España provincial isabelina. Una desmesurada, corrupta, e ineficaz clase política mancomunó esfuerzos con una banca especuladora para impulsar un modelo de crecimiento basado en la especulación y las operaciones inmobiliarias. Las inversiones europeas se malbarataron en unas administraciones y un sistema económico insostenibles. Durante todo este proceso la autonomía catalana, aquejada también por el desgobierno y el despilfarro, sufrió falta de inversiones en infraestructuras y un terrible ahogo fiscal. Finalmente el pueblo catalán salió a la calle el 11 de septiembre de 2012 para imponer sus deseos de libertad, contra el desgobierno, contra la monarquía trans-fascista y contra la corrupción. 300 años después de la derrota de 1714 los catalanes manifestaron su voluntad para recuperar y ejercer sus libertades y, sobre todo decidir democráticamente. Felipe VI no será rey de los catalanes, ni de los españoles. El camino republicano de Cataluña abrirá también camino a la III República española.
















jueves, 13 de diciembre de 2012

Artur Quijano el Bueno: CiU y ERC ya han pactado la consulta por la autodeterminación en 2014



LA HISTORIA DEL HIDALGO ARTUR QUIJANO EL BUENO: 
CiU y ERC ya han pactado la consulta por al autodeterminación en 2014

A pesar del revés electoral de CIU en las pasadas elecciones del 25N, el President Artur Mas ya ha alcazado un preacuedo con Oriol Junqueras (ERC) para celebrar la consulta de autodeterminación de Cataluña en un plazo máximo de dos años.

“El acuerdo está hecho, pero hay que pulir los detalles sin entrar en fechas concretas”, indicaban fuentes de la dirección de CiU, aunque las incógnitas legales son enormes, en principio necesitarán presentar la consulta al parlamento español para aceptarla, cosa dan por hecho no ocurrirá, y ante la hipotética negativa de este el Parlament debería aprobar una ley de consultas que dé cobertura legal para celebrar una votación por la autodeterminación.

El principal escollo de la negociación, ha sido la exigencia por parte de ERC para fijar una fecha concreta, algo a lo que se oponía UDC, llegando finalmente a un acuerdo intermedio para celebrar la consulta a finales de 2014, hecho que coincidiría entonces con el referéndum de independencia en Escocia.

ERC ha intentado evitar que CIU pueda echarse atrás en algún momento del periodo, esgrimiendo algún tipo de vacío legal en el acuerdo, dado que nos nacionalistas apuestan por un compromiso menos categórico, pese a aceptar la fecha. Hoy se pretende cerrar todos los flecos que puedan existir en el texto de acuerdo.

Una vez aprobada la propuesta de consulta en el Parlament, se buscarán consensos en la Unión Europea y tratarán de asegurarse una mayoría soberanista que posibilite una victoria por la independencia de Cataluña. Según el acuerdo, esto ha de ser antes de 2015.

LA HISTORIA DE ARTUR QUIJANO EL BUENO: 

Si me preguntasen por el personaje literario que mejor pueda representar al actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, sin lugar a dudas respondería un personaje tan español como Don Quijote de la Mancha.

El Sr. Artur Mas, quizás por haber leído en exceso libros de caballerías, de esos de la renaixenca catalana de mediados del XIX, parece estar sufriendo un delirio de grandeza, que le ha llevado a iniciar su aventura como caballero andante, en el peor momento para él y el resto de los españoles.

Todo comenzó con la lectura del último cuento del autor y Conseller d'Economia i Coneixement, Mas-Colell, sobre el “Expolio Fiscal”. La cifra del 8,4% de déficit sobre el PIB catalán en 2009, resonaba en su cabeza de forma incesante, e hizo que resonase en toda España.

Ni el ama de llaves, ni el cura, ni los mismos técnicos de Generalitat que textualmente le decían: «En los dos últimos años de la serie (2008-2009) se reduce de forma muy significativa el déficit fiscal de Catalunya con la Administración central», consiguieron convencerle de que el conseller había usado una técnica retórica literaria para, cambiando el método de cálculo en 2009, presentar la susodicha cifra del 8,4% de “expolio”. No quiso, o no pudo entender que Mas-Colell había cambiado el método de cálculo, que desde el 2004, por recomendación de la comisión de expertos creada por la Generalitat, porque entonces interesaba, se venía usando en Cataluña para el cálculo del déficit, y que ahora en el 2009 ofrecía un superavit de 4.015 millones de euros, el +2,1% del PIB catalán. Este dato fue ocultado por el conseller y proporcionado por el Consejo de Trabajo Económico y Social de Cataluña (CTESC). Usando este mismo método (carga-beneficio sin neutralizar con el gasto estatal en cada comunidad), en una serie de 25 años, el déficit varia entre el 5,5% y el 6,5%.

Nuestro Don Quijote comenzó a recitar sin descanso el cuento del “el expolio”, voceando fantasías sobre que los estados federales de Alemania tenían un techo de déficit del 4%, lo que el mismo conseller d´Economia, ya asustado, tuvo que rectificar.

Nadie ya pudo evitar el inicio de su aventura como caballero andante, y animando el día de la Diada a todos los catalanes a participar en una manifestación declarada separatista, independientemente de su simpatía por dicha empresa, juntaba bajo el lema del expolio, mediante el flete de cientos de autobuses y trenes, lo que dicen que fue un millón y medio de almas.

Ya estaba todo hecho, el señor Mas solo tenía que abrir el desván de la Generalitat, esconder la bandera de la Cruz de Borgoña, aquella bandera de España que usaban los Austrias y que empuñaban los carlistas catalanes en las guerras del s. XIX, y desempolvar la armas mediáticas con las que la Generalitat azuza a este país y lleva inculcando a los escolares catalanes desde hace treinta años de democracia. Esas con las que la conseller de enseñanza catalana, Irene Rigau, decía que están “catalanizando el sistema educativo” para “traspasar la tradición y generar la historia” haciendo una escuela pública que “funde diferentes grupos étnicos en un solo pueblo”.

La primera salida de este Quijote del siglo XXI, le llevó directo a la Moncloa, y ante el portazo del presidente del gobierno, escogió como la Dulcinea a quien dedicar sus aventuras, a una rústica y fea independencia. Se fue a Rusia a investirse caballero, para en creciente paranoia, querer “internacionalizar el conflicto”. Pero aún eligiendo una venta de 16.000 euros la noche, no sería atendido por el ventero quien ya vería que de allí no iba a sacar dinero.

En una segunda salida encontraría a su escudero, el Sr. Duran i Lleida, quien al principio reticente, acompañó a Don Quijote en precampaña. Este, como Sancho Panza lo era, mucho más sensato y materialista, se acabaría metiendo de lleno en la aventura independentista.

Como ocurrió al famoso personaje, el Sr. Mas vio Gigantes donde en verdad había molinos, esta vez en el electorado catalán, a quien apuntó con la lanza de la independencia en su destino. Desoyó nuestro Quijote, los consejos que al electorado daba su escudero, eso de votar con "la cabeza, el corazón y la cartera". Y el delirio de grandeza no le permitió ver que la mayoría de catalanes se apellidan García, López, Martínez y otros tantos apellidos españoles como ocurre en el resto de España, que un 66,9% de su población nació fuera de Cataluña y que a pesar suyo, muchos se sienten españoles.

Ahora nuestro Quijote y Sancho Panza, se han bajado ya de las astas del molino. Llega tarde el señor Wert para quemar la librería del Quijote. Este ya ha iniciado otra nueva salida en busca de aventuras, y de la mano de ERC lleva puesto el yelmo de Mambrino en el cogote. Verán tropas en rebaños, piedras preciosas en las rocas, y se enfrentarán a su enemigo, el caballero de España, que no es que su amigo el becario, en un combate propuesto en el plazo de dos años. 

Lamentablemente estamos en siglo XXI, y al Sr. Mas en su pacto con ERC, le debe importar poco eso del honor, y le debe pesar mucho eso del poder y del dinero, como para oír de su boca esa célebre frase del Quijote, cuando hablando a Sancho sobre el cautiverio que implica la gobernación le decía:  “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.

Por lo que al resto de españoles respecta, ¿que más nos pueden pedir, si ya llevamos siglos discriminados con crudeza? En cuanto a la independencia, pueden hacer ustedes lo que les apetezca, que si lo que esperan es adquirir unos nuevos fueros para sin aportar nada, recibir lo mismo que el resto, pueden irse donde quieran, que a nosotros ese balance no nos interesa. Pues en esto tenemos ya algo de experiencia, que el nacionalismo vasco nos ha dejado 858 muertos en herencia, y casi 0 euros recaudados por Hacienda.

Ahora parece que les toca decidir a ustedes. ¿Derecho a la autodeterminación? Sí claro, pero decídanse pronto, no esperen un cheque en blanco de por vida. ¿Qué haríamos en España, invertir mucho en Cataluña para evitar que se vayan, o no invertir nada por si acaso un día deciden marcharse?.

El Sr. Mas, y los nacionalistas catalanes, quizás se encuentren un día como el Quijote, que por no querer ser lo que era, y creerse caballero andante, moribundo de tristeza, y tras ver el daño que se había hecho, acabo diciendo:

“vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño: yo fui loco, y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuestras mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mí se tenía, y prosiga adelante el señor escribano.”


martes, 11 de diciembre de 2012

Alfred Bosch (ERC) al ministro Wert: ¡Ni se le ocurra tocar a nuestros hijos!





Alfred Bosch (ERC) al ministro Wert: ¡Ni se le ocurra tocar a nuestros hijos!


Así se expresaba esta mañana Alflred Bosch, diputado de ERC, dirigiéndose al ministro Wert en relación al borrador de reforma educativa. El diputado a acabado casi gritando al ministro, que se mostraba impasible, mientras oía las amenazas de Bosch: “No nos moverán; no le vamos a consentir que perpetren un atentado contra un país entero, cuando llevamos 35 años de un modelo sin problemas”, ha clamado Bosch . “Ustedes van a chocar con un gigante, con una nación dispuesta a defender a sus hijos. ¡Ni se le ocurra tocar a nuestros hijos; estamos hartos, vale ya; no acataremos, no acataremos”, ha dicho ya casi gritando. No se ha quedado atrás Coscubiela. “Cuando ya nadie le recuerde a usted señor ministros, en Cataluña se seguirá hablando catalán y se seguirá enseñando en catalán”. Y entonces ha llegado Vallés del PSC. “Se va a encontrar con todo un pueblo; no toque el catalán, es una agresión intolerable y si lo toca, el conflicto va a ser muy duro y muy largo”.

El resto de partidos, a excepción del PP, a mantenido el mismo tono en sus acusaciones al ministro, quien declaraba mostrando enorme prudencia a lo largo de todas sus intervenciones, que el borrador del anteproyecto no tendrá como resultado en absoluto “una batalla social y lingüística y solo pretende cumplir las sentencias del Tribunal Constitucional” y ha recordado que "acabamos de conocer un informe que nos saca los colores" y que demuestra que "estamos fallando en lo central" porque "tenemos peores resultados". El informe aludido por Wert expone que los alumnos españoles 
de cuarto de primaria (9 años de edad) están por debajo de la media de la Unión Europea (UE) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en lectura, matemáticas y Ciencias.

El problema ya viene de antes, mientras el gobierno acusaba a la Generalitat sobre la falta de fluidez en el dominio de la lengua castellana por los escolares catalanes, el President Artur Mas, explicaba  en el Parlamento autonómico (28 de septiembre de 2011) ironizaba textualmente con que “Estos niños y niñas sacrificados bajo el durísimo yugo de la inmersión lingüística en catalán sacan las mismas notas de castellano que los niños y niñas de Salamanca, de Valladolid, de Burgos y de Soria”.

De nuevo, una mentira y burla a la inteligencia del resto de españoles, a la que los políticos nacionalistas catalanes nos tienen ya más que acostumbrados. Resulta que como advirtió el exresponsable del informe PISA, Joaquim Prats Cuevas, la Comisión de Enseñanza y Universidades del Parlamento autonómico de Cataluña realizan el informe PISA “en catalán, por tanto, no mide la comprensión lectora en castellano”.

Las dos únicas evaluaciones fiables (y que podrían acreditar las afirmaciones sobre el dominio del castellano por los alumnos catalanes) son el informe PISA (de carácter internacional) y la Evaluación General de Diagnóstico. Y, consecuentemente, los nacionalistas invocan en sus declaraciones estos dos informes para acreditar la afirmación de que los niños catalanes obtienen en la evaluación del conocimiento de castellano resultados similares o incluso superiores a los de los del resto de España.Y es aquí donde esta el engaño, esas pruebas se realizaron en Cataluña, única y exclusivamente en catalán

La consellera de Ensenyament, Irene Rigau (CiU), declaró, en una entrevista a El Mundo, en enero del 2011:

“En el sistema de enseñanza en Cataluña están presentes las dos lenguas oficiales y, como ha quedado demostrado tanto en las pruebas de Selectividad como en el informe PISA, los alumnos llegan con un conocimiento correcto del catalán y del castellano al acabar el Bachillerato. El conocimiento del castellano de los alumnos catalanes es exactamente el mismo que el de los alumnos de las Comunidades Autónomas monolingües”.

El diputado autonómico de Ciutadans, Jordi Cañas, ya arremetió contra los dirigentes nacionalistas por este motivo: “¿Por qué miente Irene Rigau y por qué miente Artur Mas?”, considerando que “una parte de las mentiras que sustenta la excelencia y la perfección del modelo de inmersión lingüística quedan desmentidas“.

En este articulo del diario de Barcelona se pueden observar ambas pruebas, ciertamente no hay palabra en castellano: http://www.vozbcn.com/2011/10/03/87829/mentiras-inmersion-conocimiento-castellano/

Bien, descubierta la falacia de los partidos nacionalistas catalanes, ¿cuál es el dominio real de castellano por parte de los alumnos catalanes?

Detallo a continuación los datos que se extraen del último documento estatal que se dispone para evaluar el conocimiento del castellano (expuesto de forma literal como los presenta el articulo anteriormente citado) del informe del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE) y del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Cataluña (CSDA), del año 2003, para cuya confección se evaluaron los conocimientos de 1.333 alumnos de 4º de ESO en 57 centros de Cataluña y 6.153 alumnos del mismo curso en 271 centros del resto de España.

Conclusiones, en cuanto al conocimiento de castellano por parte de los escolares de Cataluña:

  • Las carencias en el conocimiento de castellano son notables en expresión escrita, gramática y literatura.
  • Los alumnos catalanes presentan un nivel ortográfico de castellanosignificativamente inferior al de sus homólogos del resto de España.
  • Los alumnos catalanes muestran carencias importantes en aspectos fundamentales de la gramática como son la morfología y la sintaxis.
  • Su nivel de conocimientos de literatura española tanto en periodos como autores y obras no llega ni a la mitad del de los alumnos de la misma edad del resto de CCAA.
  • Su nivel global de dominio de castellano es inferior al de catalán en 7 puntos porcentuales.

En el mismo estudio, evaluando a los alumnos de Primaria, los resultados son aún más graves. Por ejemplo, la comprensión de un texto literario en catalán alcanza un 75,06% de los alumnos, mientras que en castellano tan sólo es de un 55,86%, casi 20 puntos de diferencia. En lo relativo a la expresión escrita las cosas aún son más graves. Por ejemplo, solo la mitad de los escolares de Cataluña utiliza un vocabulario variado y rico, apropiado al tema y al receptor cuando escribe en castellano.

Por experiencia personal, tengo dos amigos de una pequeña localidad de Gerona, que cuando les conocí presentaban problemas de fluidez en lengua castellana, y su habilidad en la escritura del castellano era muy baja, lo que les dio problemas en el primer año de estudios en la carrera de Derecho que en Castellón se imparte en castellano. Uno de ellos es de familia castellana, lo que a mí me produjo verdadero asombro. Lo cierto es que en un año muchas de esas deficiencias se habían paliado.

Por otro lado conozco el proceso de inmersión lingüística, porque es el plan bajo el que se educan mis hijas. La que tiene edad de leer, he de reconocer que lo hace bastante mejor en Castellano que en Valenciano, aún cuando de 26 horas semanales solo tienen 2 de lengua castellana, y otras dos, música y religión, que se las imparten igualmente en el mismo idioma. Mi familia es castellano parlante y ciertamente leen en casa en castellano, por lo que, a pesar de las deficiencias que va presentando ahora cuando escribe mezclando catalán y castellano, parece que se corrigen automáticamente.

Por otro lado, la experiencia de niños de familias catalano parlantes, deberían mostrar por lógica deficiencias serias en el dominio del castellano, especialmente en ciertas áreas del interior de Cataluña donde la presencia de este idioma es reducida, hecho que la Generalitat ya se esta encargando que sea habitual en todo Cataluña. Esto explicaría que personajes públicos de la talla del portavoz en funciones de la Generalidad, Francesc Homs, “dé patadas al diccionario” como estas:

“lo que la Generalitat de Cataluña tiene son problemas de tresorería“, “son muy habituales a estasalzadas del año”, “no se puede hablar de que estén dando tijerazos” y “todo el mundo sabe que si tienes una malaltía y vas a un hospital, te atienden sin problemas”.



Por otro lado, parece que las deficiencias en lengua castellana que presentan los niños, a lo largo del proceso educativo se van paliando, de forma que llegados a la universidad, en las pruebas de selectividad de la asignatura lengua y literatura castellana, los resultados son tan buenos como los del resto de españoles. A pesar que los medios conservadores hayan criticado una menor dureza de esta prueba en Cataluña que en otras regiones españolas, puedo presentar abajo la pruebas ofrecidas en Madrid y Barcelona en el 2011 y, si bien en Cataluña echo de menos una mayor incidencia en literatura española, es cierto que ambas pruebas parecen igual de complejas y evalúan un dominio adecuado del castellano y su literatura. Les presento abajo ambos links si quieren echarles un vistazo:



En conclusión. No considero se debería atacar este sistema por lo que parece que, al menos en el bachiller, el alumnado presenta un dominio adecuado de castellano. Tampoco dividiría la sociedad catalana en dos bloques de catalano y castellano parlantes. Considero necesario y legítimo que niños educados en comunidades autónomas bilingües aprendan ambos idiomas. Pero si se están presentando deficiencias en los escolares más jóvenes, que además se están desarrollando en un ambiente cada vez más catalanizado, sería conveniente que aumentasen el número de horas impartidas en castellano para asegurar que aquellos que provengan de familias catalano parlantes, puedan tener un adecuado nivel en el dominio del castellano.

Las bravuconadas de los independentistas, con sus declaraciones de: “con una nación dispuesta a defender a sus hijos”, deberían velar más por que sus hijos, que quizás algún día no piensen como sus padres, puedan sentirse uno más en el resto de España, y poder desenvolverse adecuadamente en cualquier lugar de nuestro país, aún habiendo terminado pronto su proceso educativo en la escuela.

De otro modo, estarían segregando y separando a la población, pero en este caso, de un país que es una de las naciones más antiguas de Europa, y así es reconocida por el mundo entero, España.